Sospechado de “armar” inteligencia operaría desde Mburuvicha Róga

El secretario paraguayo del Comité Ejecutivo de la Entidad Bina­cional Yacyretá, Raúl Silva Busto, quien goza de la estre­cha confianza del presidente Mario Abdo Benítez, tendría incluso una oficina en la resi­dencia presidencial de Mburu­vicha Róga, desde donde esta­ría realizando sus operaciones de inteligencia paralela.

En ocasiones, el Abog. Silva ya ocupó la Dirección de la EBY en ausencia de Nicanor Duarte Frutos, como se puede leer en un reporte oficial de la entidad del 13 de mayo, cuando infor­maban que desde tal fecha y hasta el 17 del mismo mes ocuparía la dirección por un viaje de aquel a Francia. Para muchos, Silva es “el hombre” de confianza que tiene el jefe de Estado en el ente binacio­nal. Es una suerte de espía de la gestión de NDF.

Esta semana surgió la ver­sión del mencionado abo­gado, quien estaría a cargo de la constitución de un equipo de ataque de inteligencia y espio­naje, cuyo objetivo sería Hora­cio Cartes y otros exponentes, tanto del mundo político como incluso del ambiente de los periodistas. Aparentemente, Silva Busto cometió la impru­dencia de comentar el obje­tivo a varias personas con las que se entrevistó para sumar al equipo, incluyendo algunas que se negaron a formar parte.

IMPRUDENCIA

El mismo habría deslizado en tales reuniones que este equipo tendría una operativa directa con el grupo deno­minado “Pitbull”, que inte­gran varios integrantes del PDP que forman parte del Gobierno y que ya son famo­sos por “ no ver” los hechos de corrupción en Petropar y otros entes que supuestamente ten­drían que controlar.

Lo que preocupa es la posi­bilidad de la formación de un núcleo de “pyragues” como en la época estronista que se dedique a perseguir a adversa­rios políticos. Raúl Silva Busto tuvo una “recordada” tarea en la Sindicatura de Quiebras, indicaron fuentes allegadas al propio oficialismo que no com­parten esta iniciativa.

EQUIPOS DE ESCUCHA

No se sabe con precisión en qué sitios se encuentran los equi­pos de escucha a cargo del Poder Ejecutivo, pero se estima que este staff terminaría ope­rándolos. Conocer la comuni­cación de los periodistas cues­tionadores del Gobierno podría ser un objetivo. Esta última información vino de fuentes policiales. LA NACION