Notas
¿Qué tiene que ver Rambo con una tribu de aborígenes aislada del Pacífico?
El término «cultos cargo» se utiliza en el contexto antropológico para describir y analizar movimientos religiosos o culturales surgidos en regiones aisladas/remotas y que a menudo involucran creencias y prácticas que giran en torno a la llegada (o entrega) de bienes materiales (con frecuencia denominados «cargos» o «regalos divinos») por parte de -supuestos- seres sobrenaturales o deidades a sus seguidores.
Por Gonzalo Cáceres – periodista
Estos movimientos suelen ser considerados por los estudiosos como sistemas de creencias sincréticas, ya que a menudo incorporan elementos de las tradiciones religiosas locales junto con influencias externas.
Los “cultos cargo” se desarrollan en comunidades que experimentan o experimentaron cambios culturales drásticos, como la colonización, la occidentalización, la globalización o la pérdida de identidad cultural. Se han registrado algunos que pueden involucrar prácticas potencialmente dañinas o explotadoras, por lo que es importante considerar cada coyuntura individualmente. Sin embargo, la desorientación resultante lleva a la búsqueda de nuevas creencias y sistemas de significado, por lo que no todos los grupos que puedan encajar en esta descripción tienen connotaciones negativas ni son considerados peligrosos.
Hecha la salvedad, vamos al caso.
LOS KAMULA
La casi desconocida tribu Kamula es una comunidad indígena dedicada principalmente a la agricultura de subsistencia que reside en la región montañosa de Papúa Nueva Guinea, un país ubicado en la región del Pacífico suroeste. Organizada en clanes, la mayoría de las personas de esta tribu habitan en la provincia de Southern Highlands, una zona escarpada en el interior de la isla de Nueva Guinea.
La existencia de los Kamula es, básicamente, precaria. Aunque algunos aspectos de su economía evolucionaron para incluir intercambios comerciales y dinero en efectivo, gran parte de su poder adquisitivo se basa en los sistemas tradicionales de trueque y reciprocidad (intercambian productos agrícolas y ganado con otras comunidades cercanas).
La cultura Kamula es rica y diversa, con tradiciones orales, danzas y ceremonias que son importantes en su vida diaria y se remontan a miles de años atrás (se cree que descienden de los primeros grupos humanos que llegaron a su zona).
Los Kamula practican religiones tradicionales que incluyen creencias en espíritus de la naturaleza y antepasados y, según estudios más recientes, adoptaron algunas formas de cristianismo (es una influencia importante en Papúa Nueva Guinea).
ADORADORES DE RAMBO
Pues bien, los Kamula saltaron a la fama a mediados de los años 90 a través del antropólogo Michael Wood, quien vivió con ellos por periodos intermitentes, desde comienzos de la década de los 80, en el marco de su labor para la James Cook University.
Wood se dedicó principalmente a recabar, analizar, interpretar y catalogar el amplio espectro de tradiciones y costumbres de los Kamula, siendo su trabajo toda una referencia en el campo. Lo curioso vino después de su estadía…
No se aclara con precisión la naturaleza ni las circunstancias en que se pudo dar, pero el propio Wood reconoce que pudo pasar en un día de esparcimiento cualquiera.
Es que Wood, fan confeso de las películas de acción, se llevó lo necesario para montar una sala de cine en su choza. En una oportunidad, les mostró a los ancianos kamula un film de John Rambo, el recordado militar experto en todo tipo de técnicas, interpretado por el actor estadounidense Sylvester Stallone, cuya primera película era la moda allá por el año 1982.
Conforme citan fuentes de una recopilación hecha en 2001 por la University of Chicago, cuyo equipo antropólogos y sociólogos se empapó del caso al estudiar los efectos de la tecnología y la globalización en el contacto con las tribus aisladas; los hombres kamula diseminaron lo visto por cada rincón, quizá impresionados por el porte de ‘héroe’ de Rambo (recordemos un hombre feroz, valiente y decidido, quien lucha contra la injusticia, la miseria y libera a los oprimidos); la mezcla de características y valores perfecta que los hombres kamula tomaron como suya, como del ‘auténtico kamula’. El resto se creyó el cuento.
El buen Wood continuó sus estudios y visitó la zona de influencia kamula con el pasar de los años. En una de esas tantas vueltas, Wood registró -en su artículo “Kamula accounts of Rambo and the state of Papua New Guinea”– que Rambo prácticamente mutó a una suerte de semidiós; un ser fantástico, impoluto, de grandes hazañas que los lugareños incluyeron en su sistema de creencias. Incluso llegó a escuchar de la existencia de un altar dedicado a Stallone en lo profundo de la selva, pero del cual no pudo dar certeza.
Una cosa llevó a la otra. Rambo generó una serie de nuevos mitos en torno a su figura. Siempre en la versión de Wood, los kamula rumoreaban, entre otras cosas, que Rambo “apaciguó diversos conflictos” en el área (siempre había alguien que ‘atestiguaba’ la aparición), ayudó a pobladores en problemas y también decían que “Rambo tuvo relaciones sexuales con una hija de la reina Isabel II”. “Ellos (los kamula) cuentan con profunda admiración que, por ejemplo, cuando lo amenazaron (a Rambo) con ejecutarlo, un abogado de Papúa Nueva Guinea intercedió a su favor, por lo que Rambo prometió ayudar a Papúa Nueva Guinea en la Tercera Guerra Mundial”, escribió el sorprendido Wood.
En serio se la creyeron. A entender de Wood, esta ‘apropiación’ del mito de Rambo puede deberse a la necesidad imperante en el entorno kamula; pueblo acostumbrado a luchar por su supervivencia y cuya gente solo sabía del lado más duro de la vida. “El humano necesita ‘creer’ para seguir adelante, para no caer en la desesperación, para sanar e intentarlo día a día. Rambo tomó ese lugar, el lugar del héroe, del que puede obrar lo imposible. Ellos esperan que Rambo llegue un día con regalos para todos y que la vida mejore”, anotó.
Pero no todo es para risas. A pesar de sus limitaciones físicas, Wood también retornó a las montañas y al clan de la primera experiencia, donde Rambo fue ‘descubierto’ por los lugareños, para encontrarse -lamentablemente- con que varios hombres desarrollaron en sus clanes formas de gobierno -o poder estatal- basados en la violencia, parcialmente definidas por los mitos de masculinidad expresados en las historias melanesias de Rambo. Así las cosas, los jóvenes kamula, que crecieron con Rambo a cuestas, se atrevieron a explorar diferentes modelos de soberanía, quizá inspirados en las historias de emancipación (con esta hipótesis, los investigadores buscaban entender una serie de levantamientos y crecientes rivalidades entre clanes de la misma zona).
Wood no pudo imaginar el efecto que una simple película causaría. Vemos que los elementos externos en las culturas aisladas pueden traer tanto cambios positivos/negativos como desafíos significativos, y la forma en que una cultura aislada responde a estas influencias depende en gran medida de sus circunstancias específicas y de su capacidad para adaptarse y preservar su identidad cultural. HOY
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