“Hija… cuando salgo de casa, no sé si volveré”

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“Hija… cuando salgo de casa, no sé si volveré”

El oficial antinarcóticos de la Policía Nacional, Pablo Dávalos, quien fue asesinado el pasado lunes en Fernando de la Mora por dos sujetos que habían sido retenidos por sospechosos, le había escrito hace años una emotiva carta a su hija, que en ese entonces tenía solo meses de nacida. El policía prestaba servicios en la FOPE y años después fue trasladado a Antinarcóticos.

El texto señalaba, casi haciendo una premonición de su propia muerte: “Sí hija mía, soy policía, mi trabajo es modesto y tú lo sabes, apenas nos alcanza para vivir, pero dentro de su modestia tiene muchas satisfacciones. Somos los malos de una sociedad que tanto nos necesita y tan mal nos paga. Nuestra profesión es ingrata, nos enfrentamos a diario con drogadictos, borrachos, asesinos e influyentes, irrespetuosos y agresivos, nos duelen los insultos y las agresiones, también somos humanos, los policías olvidados de Dios”.

El texto agregaba: “Tú sabes hija que cuando salgo de casa, no sé si volveré a verte, porque nuestro trabajo es de riesgo constante y en donde va la vida de por medio, a veces tenemos que morir defendiendo la vida y la propiedad ajena, mientras tú me esperas inútilmente para darme el beso con que a diario me das la bienvenida. Entonces hija, me duele decirlo pero ya no volverás a verme, porque habré entregado mi vida por una ingrata sociedad que tanto nos exige y nada nos da. Hijita, quiero que comprendas y que sepas que por ser policía no puedo atenderte como mereces y darte lo que necesites, solo puedo dejarte como herencia mi honor, mi orgullo y mi dignidad de hombre. Tu Padre”.

La carta fue escrita en agosto del 2016 y en ella le dice también a su hija: “Quisiera poder velando tus sueños, viendo crecer y sonriendo contigo”.

“Cómo le decimos a su hija que su papá ya nunca más vendrá”

A la familia les toca ahora una difícil tarea, según comentó a Crónica Tulio Dávalos, hermano del agente fallecido. “Fue un duro golpe para la familia enterarse de la muerte de mi hermano, él siempre fue una persona correcta, un gran policía, una gran persona. Siempre me alentaba para que termine mis estudios, siempre me decía que tenía que ser un hombre de bien. Ahora, cómo le decimos a su hija que su papá ya no vendrá nunca más del trabajo… Ellos eran muy unidos, dejan una familia destrozada”, refirió el hermano del policía.

EN EL 2016. La carta fue escrita en agosto del 2016 y en ella le dice también a su hija: “Quisiera poder estar velando tus sueños, viendo crecer y sonriendo contigo”.
“Jaguarete’i”, autor confeso
A pocos metros del lugar en donde el agente fue atacado a tiros, se realizó un procedimiento en donde lograron la detención de uno de los sospechosos de nombre Gustavo Adrián Báez (23), alias “Jaguarete’i”, quien terminó confesando a los agentes que fue él quien disparó en contra del policía.

En otro procedimiento detuvieron a dos menores, se incautaron droga y dos armas de fuego. Todas las evidencias y los detenidos quedaron a disposición del Ministerio Público.

Testigos denuncian omisión de auxilio en el IPS Ingavi

El agente Dávalos recibió un disparo a corta distancia y la bala quedó alojada en el pecho. Su compañero procedió a llevarlo hasta el IPS Ingavi, en donde -según testigos- las enfermeras y un médico de guardia tardaron más de 20 minutos para auxiliarlo. Incluso el agente les pedía ayuda con la mano, pero no hubo forma para que se lo baje y asista a tiempo.

El agente terminó falleciendo en el interior del automóvil en el que fue auxiliado. Según una de los testigos, las enfermeras manifestaron que no lo iban a bajar porque se iban a ensuciar su uniforme, porque el policía estaba perdiendo mucha sangre.

Fuente; Crónica